Orgullo ?

¿Orgullo? Es la pregunta que me hice cuando revelaba. Como muchos saben, tengo una posición clara frente a la homosexualidad en cualquiera de sus facetas: no la apoyo. Pero no voy a hablar de eso, sólo lo dejo claro.

No predico la homofobia porque es absolutamente anticristiana. Pero, creo que es normal que me cueste actuar como si nada frente a las diferentes manifestaciones públicas de sexualidad, sea cual fuera el prefijo. Cuando menos, me incomodan.

El día que un pana me avisó que se acercaba la marcha GLBT mi primera respuesta fue la más obvia: NO y NUNCA. Esto generó un debate bien interesante que me llevó a analizar mi propio comportamiento hacia el otro.

Trato, enfasis en el "trato", de vivir según el único mandamiento que nos deja Jesús: "Amarás a tu prójimo como yo te he amado", Jn15:12. Y TRATO de no pre-juzgar. Pero con respecto a esta marcha, sí lo hice y sin pensarlo dos veces.

Si el “mandamiento” es el amor a todos los seres humanos porque todos somos obra del mismo creador y es Él mismo el que nos guarda, entonces mi obligación es buscar entender al otro, entender qué lo hace ser lo que dice ser y qué lo hace hacer lo que hace. Esto aplica para todos pero en especial aplicaba para la comunidad que iba a fotografiar.

Por días, la idea estuvo dando vueltas en mi mente. Finalmente decidí que sí iría. Ese día eliminaba la carpeta de prejuicios y sacaría mi cámara. Caminé entre los personajes que se ven en las imágenes y ellos posaban sin mucho problema. Fue una experiencia que me hizo reflexionar, entender algunas cosas y confirmar otras. Pero eso me lo guardo. De todas maneras, la edición deja ver algo de lo que pasaba por mi mente. Decidí no titular las imágenes para no llenarlas de prejuicio (positivo o negativo). Con el título del álbum basta.