Caracas ¿Norte, sur, este y oeste?

No digo pues, que recorro sus calles, porque no es cierto,
pero algo me ata a lo que esta ciudad significa.
Caracas es una maravillosa equivocación española,
y quien sabe si el centro de su enigma sea esa
imposibilidad que tenemos sus habitantes de conocerla.

La ciudad escondida
José Ignacio Cabrujas

Para ubicarnos en Caracas nos hace falta más que cuatro puntos cardinales. Aprendimos desde
pequeños que “al norte está el Ávila” y allí terminaron nuestras certezas.

La cartografía verdadera, aquella que nos permite ubicarnos, sentir pertenencia, respirar sin
sobresalto se ha ido reduciendo a ámbitos de pocos metros, cada vez más cerca de nuestras camas.
Lo que está fuera, que por convención o costumbre denominamos ciudad, tiene cada vez más
apariencia de territorio inhóspito, tierra de aventuras.

Toda voluntad de clarificación, todo intento de definición, se agradece; aunque apretemos los
dientes e inclinemos la cabeza con incredulidad.

La muestra que nos ocupa, fruto de un trabajo de exploración de estudiantes del Taller de
Fotografía de Roberto Mata, se nos presenta como un esbozo desesperado, las primeras líneas de un
glosario visual, fragmentos que buscarán en la mirada de cada espectador una coherencia, un
sentido, siempre provisional, ya que lo que vemos en estas imágenes, estas localidades en
permanente deconstrucción, pudieron haber dejado de existir unos segundos después de la toma.

La apuesta de estos fotógrafos es por una cartografía más social que geográfica, en la que los puntos
cardinales no son cuatro sino ocho y que se enuncian como las primeras entradas en el diccionario
actual de esa pretensión que llamamos caraqueñidad.

Las huellas con las que acaso nos hemos topado, los rostros que nos miran con familiaridad, la fe
que pensamos compartida, las rutas que lucen como salidas, los recorridos añorados, los recintos
que nos parecen imposibles, las señales que parecen pistas falsas y las omnipresentes amenazas,
casi siempre en primera persona.

Si es verdad, como afirmaba Susan Sontag, que la fotografía es un modo de conocimiento, la
presente exposición, más que una expresión puramente estética, nos podría servir como mapa de
ruta, para el reencuentro necesario con aquello que sentimos en pérdida permanente.

José Ramírez