Continuando un poco con la discusión sobre el trabajo de Christopher Anderson en "Capitolio", apareció recientemente en distintos medios un link sobre el trabajo de la fotógrafa catalana Lurdes Basoli sobre Caracas. El título de su trabajo es Caracas des(hampa)rada. La crítica que se hace sobre el trabajo de Anderson tiene que ver, según entiendo, en la utilización de imágenes pertenecientes a otros trabajos, y a otros países, que al observador común pueden haber pasado desapercibidas. Se le hace una crítica sobre su honestidad, entre otras cosas. Quizá podríamos estar ahogandonos en un vaso de agua pero me parece un buen ejercicio de crítica discutir estos dos trabajos.
Creo que está claro que los dos ensayos son distintos desde el principio. El de Basoli es uno sobre el hampa, la delincuencia que asola la capital, y por extrapolación al país. El trabajo de Anderson es uno mucho más amplio y versa entre otras cosas sobre el hampa, pero también sobre la pobreza, la marginalidad, las marcadas clases sociales de Venezuela. También se pasea sobre la esperanza de un país, la situación política actual, los sueños de grandeza de la clase dirigente. Utiliza toda una imaginería que manejamos en el día a día y como fotógrafos: la figura del diablo y la cruz, las grandes obras de infraestructura, las imágenes de la piscina y la mujer sofisticada, etc. Además maneja una estética muy diferente a la de Basoli: mientras la captura de Basoli es bastante correcta, Anderson juega con imágenes desenfocadas, movidas, de mucho contraste. En lo del contraste nos podemos detener un rato y discutir cómo mostrar nuestra realidad en cuanto a la luz. Recuerdo un artículo que leí donde, si no me equivoco, el profesor Alexis Pérez-Luna hablaba sobre la tendencia de los fotógrafos venezolanos de querer fotografiar y copiar como si la luz de Venezuela fuese la de París. Nuestra luz es mucho más dura y por ende crea mayor contraste. Aquí Anderson y Basoli entienden esto y lo explotan, aunque Anderson lo lleva un paso más allá.
Pienso que el trabajo de Basoli, por estar enmarcado en un tema tan específico es difícil de criticar. Pero creo que no toma riesgos. Va del asesinato, a la morgue, al funeral, y a la funeraria.
En cambio Anderson nos muestra toda una realidad que poco importa si es "real" o no. Maneja todo un lenguaje propio, con una estética propia, es cíclico, y es más universal.
Un público muy amplio puede verse en este espejo que Anderson despliega ante nuestros ojos. Antes de alargar más mi exposición, los invito a que vean los dos ensayos y que saquen sus propias conclusiones. Creo que aquí no hay bueno ni malo. Hay que analizar los dos trabajos y aprender de ellos.
http://inmotion.magnumphotos.com/essay/capitolio
Para ver el trabajo de Basoli, ingresen a
http://www.lurdesbasoli.com/